Ascuas
A veces, sin mirar al cielo, puedo notar cómo se cae sobre mí. Intento recordar que hay barreras en mi alma que no se pueden traspasar, protegiendo mi única fuerza inerte en una eterna noche. Cojo las pesadas cadenas del cansancio que atan mi mente y las destruyo para vislumbrar lo que de verdad me importa. Mi cuerpo desnudo entre las ascuas de una vida, sin saber si serán prendidas o se apagarán para dejar mi habitación vacía. Comprendo esta vida y la piel roja e hinchada que la envuelve. Esos ríos amargos ya han pasado antes por ella, dejando una muñeca hueca. Abismos incomprensibles intentan ser sorteados por mis pies, dando pequeños saltos como una niña pequeña, para volver a poner aquellas sonrisas en mi cara mientras la piel se cuartea. Trato de agarrar esa mano, esa mano... pero mi orgullo me patea más y más abajo, separándome de lo único que me queda. Quiero forjar el valor para luchar contra mí misma, para arrancarme esta envoltura roja e hinchad...