No sé cuánto aguantaré. Cuánto aguantaré conteniendo mis instintos, reprimiendo mi cariño y escondiendo mi alma entre unos muros temerosos de ser descubiertos. No sé cuánto más aguantará ese muro ante tus ataques, tus miradas, tus dudas hacia nuestra distancia. Intento abrir mi corazón, lo intento, pero enseguida presiento que entonces perderé lo poco que tengo de tí. Si te digo lo que siento, si dejara libres mis manos para poder juguetear con tu piel, si mis ojos descansaran en los tuyos sin temor, si mis labios recogieran cada pizca de tu cuerpo y recorrieran cada hito de tu ser, si pudieran los sentimientos rasgar el cielo y llegar hasta tí... la ilusión guiaría mis noches. Ojalá estas palabras consiguieran acariciarte el corazón. Ojalá pudiera decirme a mí misma que son reales y hacen que mi propia alma sangre. Pero una parte de mi alma está confusa y todos estos impulsos son como destellos a veces visibles en la noche. Mas aun que esté confusa, sé que el muro existe y ...