Aves

Proceder sin proceder a encontrarnos. Arremangarnos en los acantilados y ahondar. Hambrientas las aves se posan y dejan sus plumas cuando bailan el aire. Las llamas titilan y las nubes se paran. Agradecida se posa el ave alimentada y conquista los ejes del mundo lindante. Agua viene por los sueños de labriego y cunden las lomas de cristalinos remolinos. Arden los ojos de mirada lejana y se descubren los sentires de respiraciones arboladas. Puesta cumbre de los hogares, que contemplan las ascuas de añejas patronas. Un pie frente al otro intercambian zanjas y el vals de las aves se transforma en tierra.


Fdo. La Figa Vegana

Chapa y pintura

Entre cigarrillos...

Desconocido abismo

Hambrienta del viento