Rojo brillante

Camino mientras un líquido espeso recorre mi pantorrilla y se enreda en los pelos de mis piernas. Mi vientre pesado me avisa de que mi cuerpo necesita reposo. Recorro con mis dedos el cosquilleo húmedo de mi entrepierna y mis dedos salen teñidos de un precioso y brillante rojo. Una mirada se cuela por mi falda y observa el reguero que hay tras mis zapatillas. Conjuro la calma ante la desaprobación impuesta sobre el flujo de mi útero. En cada paso noto que voy aflojando los grilletes y cada gota de sangre un reflejo de orgullo ante la naturaleza de mi cuerpo. Me siento anclada a la tierra y noto con más calma como el aire otoñal roza mi piel. Mis zapatillas brincan y en la acera queda pintada la libertad de un coño alegre.


Fdo. La Figa Vegana

Chapa y pintura

Entre cigarrillos...

Desconocido abismo

Hambrienta del viento